Cuando una enfermedad le impidió montar en bici, Sarah Butler recurrió a una e-bike para que le diera el impulso de energía que necesitaba y seguir disfrutando del ciclismo.
Sarah Butler padece SFC, también conocido como síndrome de fatiga crónica, desde hace 27 años. Cuando el esfuerzo físico de montar en una bicicleta convencional se convirtió en demasiado para ella, se regaló una nueva e-bike que le ha permitido volver a conectar con la experiencia ciclista que tanto le gustaba.
“El ciclismo ha sido el núcleo de mi forma de interactuar con el mundo desde que era niña. Cuando me casé, nos fuimos de luna de miel en bicicleta, hicimos excursiones con nuestros hijos, yo utilizaba la bicicleta para desplazarme al trabajo, iba en bicicleta a las tiendas. Era ciclista de montaña a principios de los 90 y formaba parte de un club de MTB. Los miércoles por la tarde salíamos juntos en bicicleta y luego íbamos al pub. Los fines de semana, mi marido y yo hacíamos juntos entre 45 y 65 km en bicicleta", explica Sarah al describir su relación con el ciclismo.
"Durante mucho tiempo, mi SFC fue en general bastante leve, con crisis impredecibles y periodos de buena salud. En 2015 recorrí Suecia en bicicleta con mi marido, pero en 2016 fui a Costa Rica y cogí un bicho gástrico. Estuve muy enferma durante tres meses, lo que afectó gravemente a mi SFC". Después de esto, Sarah dejó de montar en bici durante un tiempo: "Estuve años sin montar en bici, lo echaba mucho de menos", casi toda la actividad física se volvió muy agotadora: "Tengo tres niveles de ejercicio: andar, montar en bici y correr". Y ya no puedo correr. En mis peores días, no podía ni andar. Durante la recuperación, un paseo corto significaba tener que estar tumbada después”.
Poco a poco, Sarah empezó a pedalear de nuevo, pero el lugar en el que vivía lo hacía más difícil: "No podía ir muy lejos ni muy rápido en mi bicicleta de carretera, y si lo intentaba, tenía que tumbarme el resto del día. Vivo en High Weald (una zona montañosa del sur de Inglaterra), no podía subir ninguna colina, solamente podía hacer una ruta que era llana, y muy aburrida".
Para una persona activa como Sarah, puede resultar increíblemente difícil reajustar el comportamiento para controlar los síntomas de la fatiga crónica, "mi SFC no es estable, puede empeorar, por lo que supone un delicado equilibrio controlar mis niveles de energía. Las subidas son particularmente difíciles. No quiero evitar las cuestas, me encantan, la sensación al bajarlas, pero afectan a mis niveles de energía".
Cuando surgió la oportunidad de comprar una e-bike, Sarah la aprovechó: "Tuve una entrada de dinero inesperada y se me ocurrió regalarme una e-bike". Con la ayuda de su e-bike, Sarah pudo volver a completar rutas más largas y accidentadas, lo que le permitió desarrollar su forma física de forma controlada sin cansarse en exceso, "es muy difícil ponerse en forma en ciclismo si no estás sano. La e-bike me está permitiendo aumentar mi fuerza. Empecé con pequeños paseos de solo 6 km hasta la ciudad, descansaba y volvía a casa. Sigo necesitando descansar y a veces no puedo montar en bicicleta. ¡Es un mito que las e-bikes no consumen energía!”
Tener una e-bike ha significado que Sara puede continuar su relación de toda la vida con el ciclismo. Para ella, la bicicleta es práctica, social y una forma de conectar con el entorno que la rodea: "La bicicleta empezó como una forma de ir al colegio cuando estaba en 6º curso. Yo iba en bicicleta cuando era estudiante; no quería ir en autobús y nadie tenía coche. No quiero parecer en modo alguno ser un Speedy Gonzales veloz en mi e-bike, es una bicicleta práctica. Voy a las tiendas y pongo la compra en la cesta. Algunos no lo notan, pero luego les adelanto".
También le permitió volver a conectar con el lado social del ciclismo: "Siempre he salido en bici con mi marido, eso es muy importante para mí. En verano quedamos con unos amigos para desayunar: fue una forma amistosa y comunitaria de celebrar el día. Mi marido es un ciclista de resistencia, hasta entonces nunca le había seguido el ritmo, pero aquella mañana en mi e-bike le dejé por los suelos".
Su nueva e-bike ha permitido a Sarah volver al tipo de ciclismo que le gustaba: "No me gusta conducir 6 km para ir a una reunión, pero sí me gusta hacerlo en bici. Puedo recorrer una ruta de montaña en bicicleta e interactuar con el mundo exterior, sentir la lluvia en la piel y escuchar a los árboles".
¿Podría ser el ciclismo eléctrico la respuesta también para ti?
La primera novela de Sarah Jane Butler, Starling, fue publicada por Fairlight Books en 2022. No hay ciclismo, pero sí mucho caminar y barro.
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